Valparaíso, Infierno de Luna Guerra
Me instalé en Valparaíso para escribir un libro de poemas.
Me decía a mí misma: lunita: necesitás la calma del mar,
la brisa del mar, andar por las calles de una ciudad con mar,
rabas con limón y vino tinto junto al mar necesitás.
Entonces sí podrás escribir tu gran obra inmortal.
Por eso fui allá, me instalé a la vuelta del Mercado del Puerto,
al lado de un bar de pescadores, a cuatro cuadras del mar.
Me emborraché y caminé hasta que me salieron callos.
Les juro que hice un esfuerzo grande, ¡grande! Pero nada.
Busqué y busqué en la arena, pero nada. De poesía, nada.
Para colmo un día el mar amaneció bravo, negro se veía,
y la brisa se volvió pestilente, y la marea creció de golpe
y tuvimos que ganar la altura y abajo mucho se perdió.
Después lloramos un mar por los bienes que el agua llevó
y la gente festejó cuando la radio dijo que según la cruz roja,
los bomberos y los carabineros, no hubo víctimas que lamentar.
Ahí sí que me fui triste e indignada de ese infierno
repitiéndome una y otra vez: ¡qué saben los carabineros,
qué mierda van a saber, de mi poesía, de la inmortalidad
de mi poesía, que en algún lado boyando andará!
Santiago, 2003
1 Comments:
QUE SABEN LOS CARABINEROS DE ESA LETRA DE ESA MUSICA Y DE ESE SENTIMIENTO QUE EL AGUA SE LLEVO
SOY EL PAPA DE LUCKY DE CESAR Y DE LENCHY BENTOS
HASTA EL ALMA
JUAN
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