Las ranas y el modernismo
Hoy leí una anécdota deliciosa sobre el génesis de dos obras fundamentales del modernismo brasileño. En el libro Movimentos modernistas no Brasil: 1922-1928, Raul Bopp, uno de los integrantes de la troupe antropofágica, cuenta que una noche Tarsila do Amaral y Oswald de Andrade llevaron a cenar a un grupo de amigos a un restaurante cuya especialidad eran las ranas. Una vez servidos, Oswald se paró e hizo un elogio de la rana: aplicando una teoría de la evolución de las especies, con numerosas citas a autores imaginarios (“los huevistas holandeses, la teoría de los ´homúnculos´, los espermatisistas, etc.”), probó que “la línea de evolución biológica del hombre, en su larga fase preantropoide, pasaba por la rana”. A lo que Tarsila agregó: “Resumiendo, significa que teóricamente, deglutiendo ranas, somos unos... casi antropófagos”. Esa misma noche Oswald lanzaba la célebre frase tupí o not tupí, that is the question. Días después Tarsila presentaba al grupo su cuadro Abaporu (del tupí-guaraní aba: hombre, poru: que come) y Oswald proponía “desencadenar un movimiento de reacción genuinamente brasileño”. Para ello redactaba su célebre Manifiesto Antropófago.
1 Comments:
ahjajajaja... buenísimo!
... en 45 minutos tengo una clase de modernismo brasileño :S..
uhmmm a quien le importa, claro.. sólo comentaba la razón por la que llegué aquí. Ojalá entren en detalles con lo de las ranas.
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